Decía Marcel Proust que “Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia”. Está en tu mano como quieres vivir. El empoderamiento personal es el proceso en el que aumentas tus niveles de confianza, autoestima, autoeficacia y capacidad para responder a tus propias necesidades. Es recuperar la creencia de que tienes derecho a tomar tus propias decisiones.
Cuando perdemos la confianza en nosotros mismos, cuando nos dejamos llevar por el miedo y no nos cuidamos, estamos perdiendo el control sobre nuestras vidas y cada vez nos sentiremos más pequeños y con menos capacidad de decisión.
Pero ¿qué puedes hacer para fomentar nuestro empoderamiento personal?
- Conócete a ti mismo: Es importante que tengas conocimiento de tus propias fortalezas y debilidades. Porque si no te conoces, puedes generarte unas expectativas demasiado altas que no vas a poder alcanzar. Si esto ocurre, te frustraras. Y lejos de ser tu mejor aliado, te estarás restando energía y motivación para seguir planteándote nuevas metas.
- Quiérete: Potencia una visión positiva de tí mismo, esto va a hacer que confíes más en tus capacidades y en poder cambiar aquello que quieras. Con una autoestima adecuada serás capaz de enfrentarte a cualquier situación de la vida, llevar a cabo tus proyectos y alcanzar el éxito. Ahora bien, esa autoestima tiene que ajustarse a la realidad, tienes que ser capaz de ver tanto tus debilidades como tus fortalezas.
- Cuídate: Piensa que vas a estar contigo toda la vida y que tu salud y bienestar son fundamentales. Muchas veces no nos priorizamos y en lugar de cuidarnos, ponemos las necesidades de los demás o a las obligaciones laborales o de otro tipo, por encima de nuestro bienestar físico, emocional o mental. Es importante que te trates con cariño y aceptación, y esto supone amar y aceptar tus pensamientos, emociones y conductas.
- Establece límites: Fijar límites de forma firme y pacífica es la clave para que nadie nos pise, para que nos respeten. Aunque te pueda generar distancia con ciertas personas, si eres capaz de mantener tus límites de forma pacífica, diciendo las cosas bien, las personas se acostumbran y acaba respetando e incluso entendiendo las líneas rojas que has establecido. Tu asertividad va a influir enormemente en tu autoestima y tu autoconcepto.
- Arriesga, atrévete: Arriesga, atrévete a tomar decisiones., ve hacia tus sueños. Haz lo imposible. Y si las cosas no salen bien, aprende de los errores, la próxima vez todo irá mejor. Recuerda que está permitido que te caigas, pero no que te quedes en el suelo. Y que como decía Marilyn Monroe: “Si dejas salir tus miedos, tendrás más espacio para vivir tus sueños”
Y tú ¿qué quieres? ¿Vivir o sobrevivir?