Después de un matrimonio fallido, en el que sufrí de nuevo maltrato. Tomé la decisión de separarme. Divorciada y, afortunadamente, con dos hijos maravillosos. Siempre se obtiene algo bueno. Llego el momento de tomar consciencia. Y descubrí que todo depende de cómo te cuentes tu vida y de a qué le pongas foco, para hacer de tu día a día una aventura maravillosa, llena de cosas buenas y oportunidades. Como decía Viktor Frankl, todo es cuestión de actitud y de como nos enfrentemos a las pruebas que nos pone la vida. Y sí, mantuve la esperanza y la actitud de no rendirme.
Estudié Psicología y me dediqué al mundo de los Recursos Humanos, profesión que abandoné cuando me hice madre. Decidí que era yo, quien quería criar a sus hijos y dedicarles todo mi tiempo. En realidad, a día de hoy, creo que lo dejé por mí misma. Me formé como psicóloga para dedicarme a ayudar a los demás, por aquel entonces, se necesitaban muchos psicólogos en el mundo empresarial y estuve trabajando en este campo durante 10 años.
Tras este periplo vital, retomé mi vocación en mi profesión. Preparándome en el campo del Desarrollo Personal, estudié un Master en Coaching y Programación Neurolingüística con los mejores maestros.
Este proyecto tiene como objetivo el deseo de compartir lo aprendido y de ayudar a las demás, a hacerse conscientes de su valor como mujer, como persona, madre, amiga,…, de desarrollar sus potencialidades, ser agradecida, aprender de las experiencias que no salen bien, en definitiva, aprender a ser felices.