La terapia sexual trabaja las emociones arraigadas, tanto en nuestro consciente, como en nuestro subconsciente. Liberando la mente y el cuerpo a través de la modificación de patrones, para descubrir tu verdadera identidad.
Dejarás ir aquello que ya no sirve y que causa desazón, dolor, bloqueo, impotencia o represión. Para que en tu interior pueda instalarse la confianza, sensibilidad, intuición, amor, deseo, poder, vulnerabilidad, energía vital y dicha.